Hong-Kong: Entre las Protestas y la Prosperidad

Hong Kong es una antigua colonia británica fundada en 1840 como una estación comercial. Tiene una economía de libre mercado casi sin aranceles, altamente dependiente del comercio internacional y las finanzas. Tiene muy poca tierra cultivable y no posee recursos naturales. Prácticamente es un puerto decente, con ubicación ventajosa y hermosas vistas.

Y tan, tan: agua, tierra y habitantes.

Sin embargo, y pesar de su integración con China en 1997, y aún con esta ola de manifestaciones y descontentos recientes, el compromiso con las libertades económicas permite a los 7.5 millones de residentes disfrutar de uno de los más altos estándares de vida en cualquier lugar. El ingreso medio por hogar de Hong Kong ocupa el puesto 12 en el mundo, justo detrás de Holanda y Nueva Zelanda y justo por delante de Austria, Finlandia y Japón. Es la segunda región asiática más rica del mundo. Su moneda está atada al dólar estadounidense, un hecho que facilita su sector comercial y financiero masivo.

Entonces, lo que sucede en Hong Kong siempre es importante para la economía mundial.

Las protestas por un proyecto de ley de extradición a China han detonado un descontento que hierve, e involucra a millones de residentes. Una protesta en junio atrajo a más de una cuarta parte de la población de la ciudad. Las protestas no siempre fueron pacíficas, y fueron naturalmente perjudiciales para la vida cotidiana.

Pero ojo: el proyecto de ley de extradición no es realmente el problema. El tema motivador es el temor legítimo de los residentes de Hong Kong de que Beijing ponga fin a su política de «un país, dos sistemas» formulada por Deng Xiaoping en la década de 1980. Y dada la riqueza, la sofisticación de Hong Kong y su gran ubicación estratégica, tanto física como económicamente, es poco probable que los líderes chinos que luchan por encontrar fuentes de crecimiento económico puedan dejar a Hong Kong en paz.

Es por ello que los mercados globales están tan interesados en lo que sucede en este centro comercial estratégico. El mundo se ha vuelto más pequeño, debido en gran parte al comercio mundial.

Contrario al famoso dicho sobre Las Vegaslo que pasa en Hong-Kong NO se queda en Hong Kong.

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